Espacio analítico con niños y niñas. Fundamentos que insisten

Trabajo presentado en el marco de las Jornadas de la EFmdp: Freud y Lacan en el siglo XXI. Fundamentos y Lazos. 2016.

Estamos aquí para celebrar los 10 años de la EFmdp. Hace algunas semanas, en ocasión de las pre jornadas que anticiparon este encuentro, Clelia Conde nos presentaba lo posible de lo imposible en la clínica con niños.


Su trabajo me llevó a releer y repensar a de Certeau, a Porge y de allí de vuelta al seminario de María Clara en la EFmdp. Nos decía Clelia augurando el festejo: "este tiempo no es un tiempo de mera cronología sino que es un tiempo que tiene relación con la repetición y con la marca." 

Tiempo, repetición y marcas que tendrán para cada uno de nosotros un recorrido propio pero que aquí y ahora nos encuentra compartiendo esta celebración. 

Tiempo escandido en un espacio que manipula el recorrido que me trajo hasta aquí. Para de Certeau: "Todo relato es un relato de viaje, una práctica del espacio."  

Este, mi viaje, relata un espacio, el del trabajo analítico con niñas y niños. Es un relato -viaje que enlaza fundamentos, recorre encuentros y entrecruza recorridos, retoma otros relatos y genera nuevas movilidades, articulando palabras y produciendo cortes.

Espacio y tiempo que nos llevan de Freud a Lacan y nuevamente a Freud. Yendo del relato al estilo cambiando el mapa o la carta por la letra.

¿Carta-mapa que siempre llega a su destino?

Para seguir avanzando voy a detenerme en los fundamentos. Los fundamentos que nos convocan desde el nombre de estas jornadas y que yo retomé para el título de este trabajo. De los lazos poco y nada voy a decir. Los lazos no se dicen, se hacen.

Esos fundamentos, mis fundamentos conforman un tejido narrativo que al estilo de los mapas medievales describen un peregrinaje que mezcla referentes, maestros, guías y analistas con vivencias, experiencias clínicas, prácticas, lecturas y escrituras.

Me gustaría poder transmitirles este viaje sin tener que caer en viejas discusiones acerca de las semejanzas y diferencias entre la clínica con niños y la clínica de adultos. Siento que desperdicié gran parte de este recorrido creyendo que tenía que dar explicaciones acerca de mi trabajo. Entiendo que es un sentimiento, una sensación, una idea, compartida por muchos. 

Por ejemplo, Erik Porge, en su texto de La transferencia a la cantonade se pregunta si el trabajo con niños constituye un análisis. Y responde desde Freud que esta práctica está más expuesta porque involucra a terceros. Cito: “Quizás sea por eso que se le pide a esta práctica, más que a otras, dar sus razones. Además, frecuentemente se hacen preguntas al análisis de niños en nombre de un modelo de análisis de adulto- haciendo como si hubiera una cura tipo que nunca hubiese evolucionado ni con Freud ni después- preguntas que no están resueltas para el análisis de adultos”.

Existen desde los fundamentos de la teoría psicoanalítica, tanto en Freud, -sin duda mi punto de partida- como en Lacan referencias suficientes como para demostrar que el tema estaba planteado. También parece desprenderse de muchas de esas referencias, que los padres del psicoanálisis dejaron esta tarea a las madres del psicoanálisis.                 

En la Conferencia 34 Esclarecimientos, aplicaciones, orientaciones, del año 1932, Freud dice: "Psicológicamente el niño es un objeto diverso del adulto, todavía no posee un superyó, no tolera mucho los métodos de la asociación libre y la transferencia desempeña otro papel puesto que los progenitores reales siguen presentes. Las resistencias internas que combatimos en el adulto están sustituidas en el niño, la más de las veces, por dificultades externas. Cuando los padres se erigen en portadores de la resistencia a menudo peligra la meta del análisis o este mismo y por eso suele ser necesario aunar al análisis del niño algún influjo analítico sobre sus progenitores."

Vuelvo a de Certeau: "Desde un principio, entre espacio y lugar planteo una distinción que delimitara un campo. Un lugar es el orden según el cual los elementos se distribuyen en relaciones de coexistencia. Un lugar es pues una configuración instantánea de posiciones (uno al lado del otro) impera la ley de lo propio. 

Hay espacio en cuanto se consideran los vectores de dirección, las cantidades de velocidad y la variable del tiempo. El espacio es el cruzamiento de movilidades. 

El espacio es al lugar lo que se vuelve la palabra al ser articulada...El espacio es un lugar practicado."  

Ese trayecto que va del lugar de objeto al sujeto, define el espacio "analítico" con niñas y niños, como un lugar practicado con las leyes que opera la lógica del inconsciente.

Hago aquí otro alto en el camino. Es necesario que permanentemente ejercitemos la diferencia entre este tejido narrativo y el mapa en tanto re-presentación de un territorio que no es el territorio. La dificultad imposible de superar radica en tener que pensar, escribir o hablar cronológicamente, una lógica que no responde a un antes y un después. Una lógica que opera en tiempos o momentos de subjetivación de los que el Otro guarda las coordenadas. Es por eso que la prematuración biológica del cachorro humano es condición necesaria pero no suficiente para explicar la dependencia a otro.

Alguna vez se dijo, de las que llamé madres del psicoanálisis (Doltó, Mannoni, Aubry, Raimbault) que fueron el brazo armado de Lacan. Muchas veces en mi viaje hasta aquí sentí que estaba librando una batalla también contra otros modelos que las modas psi imponen según las necesidades permanentes del mercado. Pensaba también en las consecuencias que estas propuestas tenían sobre las madres y los padres y ciertos efectos curativos y hasta milagrosos que escuché como promesas incumplidas.

Hace algún tiempo Lacan me acercó una respuesta que merece una reflexión:

"La curación es una demanda que parte de la voz del sufriente, de uno que sufre de su cuerpo o de su pensamiento. Lo sorprendente es que haya respuesta y que en todas las épocas, la medicina haya dado en el blanco con palabras.

Como sucedía, antes de que fuese localizado el inconsciente? Una práctica no requiere ser esclarecida para operar, esto es lo que aquí podemos deducir." Lacan, Televisión en Otros escritos.

Es una respuesta curiosa y provocativa que de ningún modo niega la teoría pero que entiendo apunta a pensar que el psicoanálisis sólo es en acto. Describe una práctica que opera más allá o a pesar del analista.

En más de una ocasión Lacan se refirió a la clínica con niños como una frontera a conquistar, un desafío frente al que no hay que retroceder.

En lo que a mi respecta la práctica del espacio analítico con niñas y niños me llevó al límite de la frontera.

En el punto 3 del Reglamento y doctrina de la comisión de la enseñanza del año 1949 se describe a la técnica como una guía en los problemas propios del psicoanálisis de niños. Cito:

a) Desde luego estamos lejos de la época en que esta práctica parecía exigir tan sólo una formación abreviada. Muy por el contrario, exige la más completa integración de los datos analíticos, tanto por la flexibilidad técnica que requiere, como por los problemas que plantean los modos de comunicación propios del niño.

b) El candidato a la especialización infantil del análisis no sólo debe dominar, para someterlas a su propósito analítico, toda clase de disciplinas psicológicas exógenas; se le solicitan sin cesar invenciones técnicas e instrumentales que hacen de los seminarios de control, así como de los grupos de estudio de psicoanálisis infantil, la frontera móvil de la conquista psicoanalítica.

Hay algunas cosas del reglamento que seguramente necesitan una revisión de forma, pero me quedo en el fondo o mejor en la frontera.

Antes les decía el límite de la frontera y aunque parece redundante creo que describe bien lo que quiero decir. 

No me cabe duda de que el psicoanálisis le debe su nacimiento a la infancia, pero también creo que no haber retrocedido ante los niños y sobre todo no haber retrocedido ante los niños psicóticos y autistas puso a prueba la teoría y la llevó al límite. 

Quienes trabajamos con niños y sobre todo con niños raros que no encajan en los cánones de una cierta "normalidad" sabemos hasta qué punto hay que exprimir la teoría para sostenerse en la praxis nuestra de cada día. 

¿Cómo se escucha a quien no habla? Cómo se de-cifra lo que no aparece cifrado?

Aquí el relato toma otra dimensión o dit mansion o dit mension. Ir hasta el límite de la frontera lleva a otra casa del decir o a una forma otra de decir lo no dicho.

Es el mapa-carta forzado de una clínica en la que muchas veces nos vemos obligados a forzar explicaciones o explicar forzadamente la teoría que da cuenta de nuestra praxis.

Mapa que es también carta, en francés carte como lettre. Es la carta forzada, esa que el mago nos hace creer que elegimos cuando en realidad está predeterminada como parte del truco. 

Pero no es magia. Itard fracasa en su tarea de humanizar al salvaje de Aveyron porque no puede ver más allá de la teoría que sostiene. Mira por la ventanilla del tren y cree ver que lo que se mueve es el paisaje.

No se trata de identificar lugares sino de realizar espacios.

Si el espacio es al lugar lo que se vuelve la palabra al ser articulada, podemos pensar que el espacio analítico articula la palabra o la pone en movimiento en oposición al lugar que la congela.

Quienes transitan este espacio analítico son llamados a desempeñar ciertas funciones. Estos "agentes" pueden estar en ese espacio o formar parte de su exterioridad. 

De Certeau lo dice así: "La subjetividad se articula sobre la ausencia que la estructura como existencia y la hace estar allí, Dasein. Pero, se ha visto, ese estar allí solo se ejerce en prácticas del espacio, es decir en maneras de pasar al otro."  

Si lo pensamos topológicamente, es decir si usamos la topología para dar cuenta de la constitución subjetiva, la inclusión de los padres ya no será un motivo de discusión o preocupación. Su presencia o su ausencia será parte de la estructura de un discurso que incluye un adentro y un afuera según sea el caso.

 “No busco, encuentro, decía Lacan, eso quiere decir que en el campo de Freud uno no tiene más que agacharse para recoger lo que hay que encontrar”.

Un mes antes de morir Freud escribe: "La espacialidad podría ser la proyección de la extensión del aparato psíquico. Ninguna otra derivación es probable. En lugar del a priori kantiano, las condiciones de nuestro aparato psíquico.”

Nacemos a un mundo de lenguaje, venimos a una sopa de letras que en ocasiones puede convertirse en una inundación trágica de palabras. 

Voy llegando al final. "No busco, encuentro". 

Lacan cierra las Jornadas sobre la psicosis del niño, de octubre de 1967, organizadas por Maud Mannoni. Un año más tarde adjunta una nota a su alocución que termina con una pregunta- afirmación?

Cuándo se verá que lo que prefiero es un discurso sin palabras?

Los niños del límite y las madres del psicoanálisis me enseñaron a leer lo que no está dicho y a apostar al sujeto que se supone allí.