Acta Fundacional del Proyecto Psicoanalítico de Mar del Plata

Mar del Plata 10 de marzo del 2005.

El Proyecto Psicoanalítico de Mar del Plata surge a partir de la invitación realizada por María Clara Areta, el 20 de noviembre del 2004, para constituir una institución psicoanalítica en la ciudad de Mar del Plata.

Dicha propuesta es producto de la interpretación del estado de la transferencia que se fue desarrollando, a lo largo de muchos años, a través de la tarea realizada por integrantes de grupos de estudio, supervisantes y analizantes en el trabajo con los textos de Freud y Lacan, coordinados por María Clara Areta.

Operando sobre la demanda para que algo del deseo pueda descifrarse, precipita como lectura el interés por generar un espacio para que los analistas podamos hablar entre nosotros, para convocar a los analistas en lo concerniente a la escena de la argumentación en psicoanálisis.

Fuimos invitados y acudimos a la cita aquellos que consideramos mantener un sostenido compromiso con el psicoanálisis. Es así que nos constituimos como institución en el enlace transferencial producido en las singulares formas de sentirse partícipes en la enunciación de cada analista que porte la palabra.

Existe, no puede dejar de escucharse, cierto padecimiento, inhibición, impotencia, relacionado con la mudez o afasia en el momento de intervenir en la argumentación o sostener la discusión. Lacan nos ha enseñado que el deseo se presenta en forma de inhibición, por lo tanto no podemos dejar de pensar que en esa inhibición de la palabra hay deseo por expresar la palabra de cada uno. El oficiar de psicoanalista tiene que ver con saber preguntar: ¿cómo, entonces, podríamos permanecer indiferentes o sólo turbados ante las dificultades para preguntar?

Hay que autorizarse a hablar, habilitarse. Es verdad que esa autorización surge, se construye, en cada análisis, pero las instituciones participan de esta habilitación, de esta autorización, en la práctica de interrogar al otro. Interrogación a realizar deponiendo posiciones que van desde la canallada hasta la melancolía y la fobia. Consideramos que algo de la función de producir el discurso del psicoanálisis tiene que ver con que el analista se llama a silencio convocando lo real del objeto, y así produce discurso en el otro. Pero cuando algo tiene que decirse, el analista debe poder propiciarlo. Decir, poder argumentar y hablar –junto con poder escribir y leer a otros – es también ir definiendo, poniendo en acto lo que constituye el deseo del analista

Entonces, en primera instancia se trata de la nominación de esta institución psicoanalítica y de empezar a trabajar en relación a ella.

Es así que pensamos esta institución como un proyecto: Proyecto Psicoanalítico de Mar del Plata, en el cual convenimos trabajar desde la fecha hasta el 30 de junio del 2006, día en el cual se estipula la disolución de la modalidad de funcionamiento de esta institución, convenida en el presente Acta y Estatuto. Momento de conclusión, a partir del cual se considerará renovar la apuesta del trabajo psicoanalítico.

Sabemos que una institución trae problemas, no son éstos algo que debamos ahorrarnos los analistas.

No tenemos ninguna erótica de cómo armar una institución psicoanalítica. Lo que sí sabemos es cómo habitualmente fracasan las instituciones. Asumimos un doble riesgo: que esta institución pueda llegar a fracasar y que no hay garantía absoluta de fracaso. Lo que está pendiente, es que podamos hacer enunciación del fracaso, pues tal es una de las tareas de los analistas y de sus instituciones.

En este acto fundacional nos proponemos construir una institución psicoanalítica que sea una entre otras. Que no funcione como el Uno con mayúscula, sino como el uno que se cuenta. El pP(mdp) no pretende ser un S1, sino una entre otras instituciones psicoanalíticas de Mar del Plata que se constituyan o que estén funcionando. Esto no implica resignar la idea de convertirse en antecedente: es asumir los riesgos de la antecedencia, en la apuesta de producir referencia. Puesto que no hay padre hay que hacer de padre para luego ser contada como una más.

En psicoanálisis se trata de desobturar, de descompletar. El fundamento del psicoanálisis, su sustentación es la falta, nos arriesgamos a trabajar con y en falta para evitar la infatuación como riesgo que nos acecha. La conexión del psicoanalista con el saber es tolerar lo que no se sabe y hacer algo con eso, sin olvidar que tenemos una posición ética ante el saber, el supuesto saber y lo no sabido y conducimos los análisis en consecuencia. Esto constituye causa y fundamento de esta institución, pues no se puede pensar una ética disociada de la política del psicoanálisis.

Sosteniendo una enunciación psicoanalítica, y en busca de nuevas escenas para el psicoanálisis en Mar del Plata, en este acto, aquí y ahora, fundamos el pP(mdp).